jueves, 2 de diciembre de 2010

¿QUÉ ES PORTAFOLIO Y SU IMPORTANCIA EN UN CURSO DE FORMACIÓN DE PROFESORES?

El portafolio hoy es una fuente de información y una herramienta indispensable para la práctica docente, recogiendo los trabajos (productos) que el alumno ha elaborado a lo largo del curso, el profesor mediante un examen, puede saber qué competencias se han desarrollado o se han puesto en práctica, en el proceso enseñanza-aprendizaje de cada estudiante.

Para ello, los trabajos/productos deben presentarse en contexto, es decir, deben ir acompañados de una explicación que justifique su elaboración, bien por ser el resultado de un trabajo optativo, bien por ser obligatoria su realización. Además, cada producto debe incluir las reflexiones del estudiante sobre el  proceso que le ha llevado a completarlo, así como sobre el propio producto final. Con estas reflexiones, se pretende que el estudiante sea consciente de su propio proceso de adquisición de destrezas y de cómo estas van desarrollándose desde el estadio de reproducción de conocimientos (destrezas A) a su aplicación en contextos abiertos (destrezas B).

Por último, el portafolio debe incluir los comentarios del profesor sobre cómo y en qué grado se ajusta cada producto presentado por el alumno a los objetivos declarados en el programa de competencias. No se trata, entonces, de que el profesor se limite a calificar con un promedio el resultado del trabajo del alumno, sino de que lo analice a la vista de los objetivos formativos planteados en su asignatura o en la titulación de manera global.

Generalmente el  objetivo primordial de un portafolio va más allá de la simple calificación de los productos que lo componen, es decir, de la evaluación de los trabajos de los estudiantes. Se trata de examinar los trabajos y ver qué nos dicen sobre el proceso de aprendizaje, de manera que podamos reflexionar sobre nuestros métodos didácticos, nuestra forma de enseñar, y así se puedan implementar los cambios necesarios que conduzcan a una enseñanza y una evaluación más centrada en el alumno. De modo que le permita al estudiante realizar una reflexión sobre su propio aprendizaje y sentirse dueño de su progreso.

En palabras de Kingy Campbell-Allan, “los portafolios no se concibieron como instrumentos de calificación, sino como vehículos para un tipo diferente de evaluación: la reflexión de los alumnos sobre su propio trabajo, la reflexión del docente sobre el trabajo de los alumnos y la reflexión del docente sobre su propia labor”.

Por lo tanto, para que el portafolio tenga sentido y logre éxito durante su elaboración, la comunidad docente debe conozca su significado, aquel debe ir precedido de una declaración de los objetivos formativos que, a su vez, deben estar establecidos en consonancia con los que se hayan establecido en la titulación. Igualmente el estudiante hay que saber para qué sirve y como manéjalo. Así conseguiremos que el portafolio sea algo más que un archivo digital de los trabajos.

Las ventajas del portafolio digital son:

·         El eje central del portafolio es el alumno y su proceso de aprendizaje;
·         El portafolio digital es un instrumento flexible que permite incorporar nuevos productos con facilidad y actualizar los contenidos para adecuar el currículo del alumno al mercado de trabajo europeo;
·         Se rompe el aislamiento del aula al publicar digitalmente los materiales que en ella se generan así como los procesos que los originan y ponerlos a disposición de la comunidad docente a través de internet;
·         Se dota de transparencia al proceso educativo y se favorece el intercambio de experiencias entre instituciones.
·         La calificación numérica de los productos que realiza el estudiante queda relegada a un segundo plano a favor del análisis de estos como muestra del aprendizaje.
·         Los ejemplos concretos del aprendizaje permiten conocer las destrezas o competencias que el alumno ha desarrollado en cada caso y realizar, si es necesario, los ajustes oportunos en su formación.
                                  
A modo de conclusión:

A lo largo de estos cuatro años, como académica del curso de Letras – Español y Literatura Hispánica, tuve la oportunidad de experimentar el portafolio como herramienta de construcción y de evaluación de mis aprendizajes, a través del portafolio pude me dar cuenta de los errores que cometía y así corregirme. Al principio tuve una cierta resistencia cuanto al uso del portafolio en las clases de E/LE, como gran parte de los académicos, exactamente por no tener ningún conocimiento sobre su utilización y su manejo en el aula como forma de evaluación. Eso se dio a causa de que buena parte de mis estudios fueran en escuelas públicas de enseñanza, luego yo estaba acostumbrada a hacer trabajos y pruebas, no portafolios. 

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